EL TOPO
Alejandro Jodorowsky (Tocopilla, Chile, 1929) filmó El Topo en 1970. En él participaron su hijo Brontis –hoy actor y director teatral- y su hijo Adán, músico conocido en el medio como Adanowsky. En octubre pasado, durante el Festival Internacional de Cine de Morelia 2013, Brontis contestó las preguntas que le hizo el público en torno a El Topo y develó algunas de sus claves.
-¿Cómo fue la experiencia de filmar esta
película?
Cuando
eres niño no tienes dualidad ni separación contigo mismo, es tu normalidad.
Para mí era hacer una película de Cowboys.
Cómo se hacen los balazos, cómo se hacen los trucos. En la filmación descubrí
cómo se hacía el cine. Eso cambió mi manera de ver cualquier película. A los
seis años y medio era un actor muy dedicado. Me lo tomé muy en serio. Lo que aprendí es que cuando estás actuando
tienes que estar en un estado de credibilidad total y no sólo saber lo que
tienes qué hacer. Esas son las cosas que recuerdo. Cómo disparé la pistola. Te
diviertes y descubres todo. Más tarde, cuando estás en la vida del arte tienes
que comprender la técnica y estar muy bien preparado para captar la
espontaneidad.
-¿De dónde sacaron a los actores?
Qué
sorprendente, ¿no?, hay enanos, gente deforme, mutilados, pero esa es nuestra
realidad. Alejandro Jodorowsky abrió los ojos y miró. En el cine de México y
Latinoamérica no se muestra eso, no
existe, pero Alejandro los puso a cuadro. El artista no inventa algo. Ve
algo que tú no ves para ampliar tu visión del mundo. El arte es algo que nos
abre los ojos aunque se defina de diferente manera para cada cual.
-La vi hace 40 años, pensé que ya estaba
caduca, pero estoy espantado, me espanta y habría que reflexionar sobre eso.
Eres
el mismo individuo pero no eres el mismo hombre. Has cambiado. Has vivido. Tu
manera de sentir y de ver ha evolucionado hacia el espanto, lo que yo comprendo
muy bien. Comprendo tu espanto.
-¿Crees en la psicomagia y por qué?
Sí,
porque la he experimentado y he visto que ha sido eficaz para mí. He constatado
su efecto en mi vida. A la gente le ha sido útil, no ha toda, pero eso forma
parte de la complejidad del ser humano. Cada uno busca las maneras de curarse
para estar bien consigo mismo. Yo la he empleado para mí. También con una de
mis hijas. Aquí tengo a mi hermano Adán. Él sabe, hemos vivido en eso.
-¿Qué tanto te influyó El Topo?
Fue
un modelo para mi búsqueda artística pero ya que fui adulto. Yo nunca me sentí
traumatizado por lo que pasa con mi personaje en El Topo. Una obra de arte es como un sueño. Todo lo que sueñas eres
tú. Si ves la película con atención descubrirás que el niño de El Topo es Alejandro y el Topo es Jaime,
su padre. El Topo es una historia y
una película de fracaso. El Topo quiere evolucionar pero fracasa. No te
preocupes tanto en qué me influenció a mí sino en qué te puede influenciar a
ti.
-¿Hubo un momento en que no te gustó El Topo? ¿Llegará un momento en que tengas la visión definitiva de ella o
de cualquier obra de arte?
Mira,
cuando la tenga te cuento. Pero hay que darle vuelta a la página, no me voy a
pasar la vida releyendo la película de mi papá.
-¿Cómo ves la imagen de tu padre? ¿Es un
escalón o una sombra?
A mí
me pasa algo genial, muchos años fui el hijo de, ahora –oh maravilla- soy el
hermano de y más maravilla aún, mi hija es actriz y ahora ya soy el papá de. Mi
padre nunca ha sido un escalón para mí. Colaboré con él hasta los 45 años,
después de 20 años de carrera. Colaboramos de artista a artista. ¿Debe ser muy
duro eso, no? Tener un papá conocido, creativo, a los 85 años haciendo cine,
con la sala llena para ver una retrospectiva, un artista con espiritualidad,
activo sexualmente… duro hubiera sido tener un papá que no tuviera imaginación,
que no se preocupara por la educación de un ser, que no tuviera vida
espiritual, que no supiera nada de arte, que dice “no me
molestes” cuando están pasando el Cruz Azul-América, ¿no? A cada cual su Karma.
-¿Por qué en El Topo siempre estás desnudo y
hasta el final ya estás vestido de fraile?
Yo hice toda mi
participación desnudo, pero al final no soy yo, es otro actor. En aquélla época
ya era exhibicionista. Soy el actor exhibicionista, pero nada más en el cine.
En la vida real me sé controlar. Esa pregunta es para Alejandro… yo puedo
interpretar, es la inocencia, es la pureza, es el estado primero, es la belleza
de un cuerpo. Yo lo interpreto así.